viernes

cómo

uno


Ahora que estoy con las maquiavélicas somnolencias me declino hacia tu costado que no por amable me corre el gesto

dos

En el talón el quiebre. Mi revancha no ha sido formulada.


tres

No te digo lo que se
. Te digo lo que quiero.


cuatro

No decir no es la palabra


cinco

Soy lo que me cuesta

1 comentario:

A.C. dijo...

que el talud se quiebre como un abanico

no hay revancha posible
excepto la que se traduce en griego

lo que sepas, lo que quieras
es lo mismo

el mundo hecho trizas sobre un desnudo sáfico que se forma entre los huequitos de tu mano derecha

acordarme:
no tapar con enduído la pared de seda